Mis amigos

Buenas noches,

Este fin de semana nos hemos reunido los amigos de toda la vida. Hacía mucho que no estábamos todos juntos. A decir verdad tampoco lo hemos estado este finde. Ha faltado uno. Conforme uno se hace mayor parece que aparecen otras prioridades en la vida, y los amigos, aquellos que parecían tan esenciales para entender la propia vida, van perdiendo peso en el día a día. Al final uno se queda con pocos, o muy pocos. El trabajo y la pareja son las razones principales. El trabajo porque te va quitando muchas horas y la pareja porque no tiene por qué llevarse bien con la pareja de tus amigos. En fin.

Me acuerdo que hace años, cuando empezamos como grupo, hará unos 15 años, éramos soñadores, creíamos en un mundo mejor y que seríamos agentes de cambio. Íbamos a Pascua y se nos hinchaba la boca con palabras como "solidaridad", "ayuda", "compromiso", "resurrección". Muchas veces me pregunto donde han quedado todas esas palabras, todos esos sueños, todos esos valores. Me niego a pensar que nuestros ideales de juventud estaban ligados más a la edad que a nuestra naturaleza como persona.

Nuestra canción favorita era "Caldrá dir que sí" (Tendremos que decir sí) de Kairoi. A veces la cantábamos 3 o 4 veces seguidas. Cuando sonaba nos emocionábamos y nos identificábamos.

CALDRA DIR QUE SI

Caldrà dir que sí, cada dia,
a cada moment, cada passa.
Caldrà dir que sí,
tot i amb dubtes,
a cada moment, cada passa.

CADA DIA CALDRA DIR QUE SI
CADA PASSA CALDRA DIR QUE SI (2)
DIR QUE SI.

Caldrà caminar fent la ruta,
fent un nou camí pels qui vénen.
Caldrà començar un nou somni,
fent un nou camí pels qui vénen.

Caldrà dur només uns quants somnis,
un mirar senzill, tres violes.
Caldrà dur només uns quants somnis
i posar la confiança en la Mare.

Ayer nos miraba y me preguntaba dónde estaban nuestros sueños. Las preocupaciones ahora son el coche, el trabajo, los embarazos, ... Y no critico eso, sólo critico que nuestras conversaciones son vacías. No sabemos nada de lo que sentimos, de lo que soñamos, de lo que vivimos, de lo que opinamos. Todo es fútbol, cotilleos o conversaciones superficiales, sin chicha, políticamente correctas.

Hoy en el grupo de Cor Obert, con chicos y chicas de 16 y 17 años, los que teníamos cuando iniciábamos el grupo, me he proyectado en ellos, en sus sueños, en sus ojos brillantes cuando oyen Pascua..., y me he preguntado qué falló, qué nos dejamos por el camino, qué hicimos para convertirnos en uno más de otros tantos, por qué no nos comprometemos más, por qué (como los personajes de la genial novela de Saramago, La Ceguera) somos tan ciegos.

Empieza una semana vital, una semana en la que acabo mi MBA y una semana en la que sabré si acabaré trabajando en Barcelona, en Madrid o en la fría Copenhage.

Bona nit

Jordi