divendres, de desembre 09, 2005

Silencio

Buenas noches,

Manejo muy mal los silencios y cuando la cago suele ser por hablar demasiado, no por callar demasiado. Hay gente que cuando les hierve la sangre son capaces de callar y de comerse las palabras. No tengo esa habilidad. De hecho siempre pienso que me han quedado cosas por decir y que si hubiera dado más argumentos mi idea sería más admitida y reconocida.

Pensando hoy sobre este tema he recordado la frase: Tenemos dos oídos y una boca para escuchar el doble que hablar. Más allá del juego de palabras, si todos escuchamos el doble de lo que hablamos, va a poder ser difícil solucionar la ecuación. O sea que yo sigo en mis quince y sigo hablando más que escuchando (aunque me apasiona escuchar, y si algo me halagaría de la gente que me rodea es que me dijeran que tengo el don de escuchar).

Recuerdo hace años en nuestras reuniones de Cor Obert en Olzinelles, allá por inicios de los 90, siempre acabábamos discutiendo porque unos hablaban mucho y otros no abrían la boca. Yo era muy crítico con los que callaban. Recuerdo comentar el tema con el gran Héctor. Al final la conclusión siempre era la misma, todo el mundo tenía la libertad de hablar o de no hablar. Curiosa palabra 'libertad'. Según Marianico el de Móstoles, los ciudadanos españoles somos libres, pero no lo somos de sentirnos catalanes. En fin, paradojas políticas. Sigo con el tema del grupo. Cierto es que quien no quisiera opinar o expresar sus sentimientos era libre, pero no es menos cierto que si esa posición la tomaran todos los miembros del grupo no habría grupo.

Siempre he creído que la posición del silencio es fácil y tiene gran grado de cobardía. Es fácil porque es pasiva. Es cobarde porque no implica ningún riesgo, no abre ninguna puerta, no comporta ninguna pérdida de seguridad. El que calla otorga, o no. El que habla no otorga. Prefiero hablar, mostrar mis sentimientos, opinar. Respeto lo contrario, pero ni lo entiendo ni lo comparto. Por ello soporto cada vez menos los silencios. Por ello no entiendo la gente que no contesta los mails o que simplemente dice "me ha gustado mucho lo que explicas" pero no explica nada. Por ello no entiendo la gente que se deja de hablar. Por eso no entiendo la gente que calla y que no se implica en aquello que vive, que sueña, que siente, que duele, que hiere, que alegra, que apasiona.

Seguiré soportando los silencios, no me queda otra, pero entre un silencio y una palabra optaré por la palabra, porque el silencio siempre acarreará la duda de cómo hubiera sido el mundo si hubiera dicho aquello que siempre quise decir.

Buenas noches

Jordi

PD: mañana a París

2 Comments:

At 1:57 a. m., Anonymous Anònim said...

Ei campeon!!!

Jo em considero una persona callada...i no crec que sigui gens dolent!! A vegades un silenci pot dir molt. Pensa que no només comuniquem amb paraules, també hi juga un paper molt important la comunicació no verbal! Crec que simplement es tracta de dir el que cal en el moment adequat...

No creus que a vegades és millor callar que parlar sense dir res? És com estar acompanyat per algú i sentir-se sol, no preferiries estar sol?

El que sí que posa realment nerviós és esperar una resposta i que la persona no obri la boca!

Hi ha silencis que poden arribar a crear incomoditat, però depèn totalment de la companyia que hi hagi al costat i del moment.

Petonets!!

 
At 11:54 p. m., Blogger Jordi said...

Sí, de vegades cal ser silent i simplement acompanyar. Però em refermo dient que ser sempre silent és l'opció fàcil. I que si tots optéssim per aquesta via, no hi hauria comunicació possible.
Qui ets????
Petonets a tu tb!!!

 

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