Derriba muros musicales

Buenas noches,

Los días se van haciendo cada día un poco más largos en Copenhage, exactamente se hace cada día dos minutos antes de día por la manyana y dos minutos más tarde de noche por la tarde. Hoy hemos superado la hazanya de ver luz hasta las 5 de la tarde y a finales de semana superaremos la de que se haga de día antes de las 7:30. Pero conozco a febrero y febrero es un mes traidor. Los cambios de clima en febrero son inesperados y si he visto nevar aquí y en Barcelona siempre fue en febrero. Nunca me gusto febrero y además este anyo trae un día más.

Por cierto, si algún día os preguntan cuales anyos son bisiestos teneis que contestar:

"los divisibles por cuatro menos los divisibles por cien más los divisibles por cuatro cientos menos los divisibles por cuatro mil"

En fin, una buena ida de pelota, el 2000 es bisiesto, el 2100, 2200, 2300 no y el 2400 sí. Si alguien lo vive que me lo explique.

Hoy no quería hablar de febrero ni de bisiestos. Hoy quería hablar de derribar muros en el mundo de la música. Hace tiempo que me voy dando cuenta que mi incultura musical es en pocas palabras lamentable. Si recuerdo que escuchaba como adolescente y en la universidad quizás me limitaría a Roxette, U2, Mecano, Bryan Adams, REM, Serrat y sobretodo Bruce Springsteen (además de Kairoi claro).

Y pasaron todos esos anyos y pasaron tantas oportunidades de culturizarse y yo me quedé atrás. Seguramente me quedé adelante en otras cosas, pero mirando atrás veo que "lo comercial" y me devoción a Bruce me dejaron estancado. Sin embargo mucho de ese estancamiento es debido a barreras mentales. Recuerdo el grupo de gente que en octavo les gustaba Depeche Mode. Eran los más pijos, un grupeto al que no me acercaba y que no me profería mucho carinyo. Y eso me alejó de Depeche, un gran grupo por encima de todo que hace poco recuperé. También recuerdo como, sobretodo los chicos, nos metíamos con Sau y Sopa, criticando a Sabater y a Quintana por su amanerismo, seguramente envidiosos por su éxito entre las chicas. Hoy en día recupero muchas canciones de Sau (Si un dia he de tornar, Canco de Nadal, Perestroika) y de Sopa (Si et va bé, Sota una estrella, Podré tornar enrera) y todas ellas forman parte de mi álbum de favoritos. Algo similar pasa con Llach (el disco 3 de su último directo es una gozada).

Es penoso como simples barreras mentales no me permitieron avanzar y descubrir, porque la música es eso: Descubrir. Como hoy he descubierto el Closer de Dido escondido entre sus canciones. Como descubrí el In Between de Paul Van Dyck un día en Nueva York (la música electrónica también era otra barrera para mi). Como descubrí un día a Caetano Veloso escondido en mi iPod. Y así intento siempre absorber gustos musicales de otros y seguir descubriendo a grupos como Air o como Thievery Corporation. También escucho a los críticos y me enamoro de The Good, the Bad and the Queen o Antonia Font. O recupero a Elvis y a Sinatra. Y de pronto estrenan una película sobre un grupo llamado Joy Division y me da como un poco mucho de vergüenza ni saber quienes son.

Supongo que en la música, como en los países, cuantos más escuchas/visitas más quieres conocer. Aprender, esa asignatura pendiente que nunca nadie aprobará.

Os dejo la canción de Dido. Desconozco de donde sale el video, pero prefiero engancharme a la música que a las series...

Alguno de mis colegas dirá que colgar ese video en mi blog es lamentable. Otro muro a derribar

Besos

Jordi