Sabores en China...

Buenos días desde Hong Kong,

Este viaje, como todos, tiene muchos sabores. El primero es un sabor de despedida porque, en principio, dejaré de viajar por el mundo dando el mismo curso que me ha llevado de Ho Chi Minh a Nueva York y de Panama a Shanghai. Ha sido una experiencia maravillosa y una oportunidad de las que se presentan pocas en la vida. Siempre se habla de la necesidad de estar en el sitio adecuado en el momento adecuado. Para disfrutar de estos dos anyos de trainings tuve esa suerte. He sido muy afortunado pero como digo en los últimos posts renovarse o morir. No soy persona de acomodarme donde estoy, así que hay que moverse.

La oficina de Hong Kong se ha movido a la parte más china de Hong Kong, Kowloon. El glamour, los rascacielos y las zonas de fiesta de la isla de Hong Kong se convierten en Kowloon en edificios muy deteriorados, en habitaciones mugrientas, en ropa colgada en el exterior de las casas que se seca con aire muy contaminado, en ruinosos aparatos de AC que cuelgan de los edificios como cocos a punto de caer de un cocotero. Es otro Hong Kong, pero es bueno conocerlo, como es bueno conocer la quinta de Nueva York y el Bronx, como es bueno conocer el Paseo de Gracia de Barcelona y el Raval.

El sabor amargo de acabar esta aventura, el sabor diferente de Kowloon.

El último sabor es el de saber que este es el último gran viaje en mucho tiempo y como recalco en los ultimos posts, ese es un sabor reconfortante que necesito ahora mismo. Conociendome no sé si lo necesitaré en unos meses..., pero creo que sí y que Hong Kong cierra una etapa diferente de mi vida, una que nunca imaginé tener.

Un beso

Jordi

PS: una curiosidad, en el lavabo de la oficina hay un esquema que explica cómo hay que lavarse las manos. Quizás es una costumbre nueva en China. No haré más comentarios al respecto. Cuando vuelva a Copenhagen colgaré la foto de ese esquema.