diumenge, de febrer 19, 2006

Lionel Messi

Buenos días. Buen domingo,

Una de las asignaturas que hago este trimestre se llama Sports. Es el primer año que se prepara este curso. Los primeros años siempre son un poco difíciles y más en una asignatura como "Gestión del deporte", donde no hay lecturas, ni notas técnicas, ... Hay muy poco profesionalismo en el deporte, y no sólo en el español. El paradigma del deporte americano está tan lejos de aquí! El deporte americano busca la competitividad y el espectáculo. ¿Y cómo lo consigue? Por ejemplo, la NFL (laliga de fútbol americano) recoge todo el dinero de merchandising de los equipos y lo divide a partes iguales entre todos los equipos. De esta forma las diferencias entre el equipo más rico y el más pobre es más pequeña, y así se dan oportunidades a todos los equipos de ganar la liga. Qué diferente a las ligas de fútbol europeas. Sólo hace falta mirar a las clasificaciones de este año. La liga más apretada es la española, con el Barça a 6 puntos del Valencia (si gana hoy), el Lyon a 7 del Nantes, el Bayern a 10 del Hamburgo, el Chelsea a 12 del ManU, la Juve a 12 del Milan. Los americanos, para todo, creen en la competitividad, y como se demuestra, esa competitividad no siempre es tan feroz y negativa.

Cada día tenemos un invitado a la clase de sports. El martes pasado fue Josep Maria Minguella. Uno de los agentes FIFA más conocidos. Ahora ya está retirado pero vino a explicarnos historietas. Él trajo a Maradona, a Ronaldo, a Romario, a Rivaldo, a Messi (con 13 años) al Barça.
Yo, con lo que me gusta el deporte, siempre hago alguna pregunta. Le pedí que comparara los casos Maradona y Messi. Nos explicó que Maradona, cuando vino al Barça, vivía en Pedralbes, cerca del IESE. Estaba rodeado de una panda de amigos, que más que amigos eran chupópteros. Nadie le aconsejó. Provenía de un barrio pobre y todo lo que tenía provenía del fútbol. Su agente era Cisterpiller, el amigo "rico" del barrio que le acompañó, pero que, como él, no había tenido la oportunidad de recibir gran educación y lo peor de todo, no ejercía ninguna autoridad sobre Dieguito. Messi es un caso diferente. Él vino con su familia. No tiene un carácter tan alocado. Es bueno pero, de momento, no es el mejor jugador del mundo (Diego ya lo era a su edad). El caso Maradona es difícil que se repita porque a los astros jóvenes se les rodea de gente que les proteja.

El jueves a la noche fui a un restaurante argentino a cenar con alguno de mis compañeros del IESE. Compartimos entrañas, chorizos, churrasco y morcillas (éstas últimas volvieron a ver la luz del mundo por el sitio donde entraron pocas horas después) y vino (Rioja, no argentino). Cuando salimos pasamos al lado de una mesa y me fijé en un chiquillo joven, de unos 18 años. ¡Coño, es Messi! Vio que le observaba y bajó la cabeza ruborizado. No estaba rodeado de amigos y rubias imponentes, de cervezas y cubatas. Estaba sentado con su familia, con alguna abuela, con un niño pequeño, entre vasos de agua y cocacola. ¿Éste es el jugador que dicen va a ser la estrella del Mundial de Alemania en 5 meses? ¿Cómo es posible? ¿Éste es el jugador irreverente que con 17 años lideró al Barça ante la Juve en el Gámper? Sí, era él, el mismo chico tímido es el loco que se atreve con dos defensas que le doblan en peso y le cuatriplican en mala ostia persiguiendo sus pequeñas piernas. Todo un ejemplo para todos. Por un momento me imaginé la misma escena en Madrid con Sergio Ramos, con Cicinho o con Robinho. Imposible. Eso hace grande al Barça. Eso nos hace diferentes.

Bueno, a trabajar un poco

Jordi

PD: vengo del entierro de la abuela de mi amigo Míguel. Como en mi caso, esa era la abuela con la que él había vivido toda la vida. Por eso creo que, igual que para mi, la abuela es una pieza importante para entender nuestro pasado. Digo creo porque Míguel es incapaz de mostrar un signo de debilidad, una lágrima. Por eso, sólo a veces, le envidio.

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